En la búsqueda del cuerpo perdido
El cuerpo cambia después de ser mamá
Traigo arrastrando unos 7 kilos de más desde que tuve a mi beba, y no he podido bajarlos. Aunque confieso que para mi es peor la flacidez que los kilos de más.
Aunado a ello me alimento de una dieta rica en carbohidratos, proteínas, azúcar y lo que me dé tiempo de preparar, además de las “sobrinas” (los restos de la comida) que va dejando la beba, que por cierto, está en una etapa melindrosa, así que nuestra perra y yo andamos en engorda para no desperdiciar nada.
Además, en mi agenda tan apretada, no más no encuentro huequito para hacer ejercicio, a menos que lo haga entre 6 y 8 de la mañana.
Ok, perfecto, a correr en las mañanas…
… Y luego el frío…
¿Acaso el universo confabula para que yo conserve este peso?
Pues bueno, creo que no y me he dado a la tarea trabajosa de salir diariamente a correr a las 6 de la mañana.
El pasto está cubierto de hielo, tanto que parece una foto del mar, pero no, es el pasto de las canchas donde suelo ir a correr con una fina capa de hielo.
Que…si la inseguridad, que es muy temprano y está solo:
Tengo a la compañera idónea para esos casos: eléctrica cruza de pitbull con labrador, más dulce que el pan pero los demás no lo saben, además de noble origen de perrito rescatado y rehabilitado.
Que si tengo flojera:
Encontrando el lado positivo
Nada me pone de mejor humor y me relaja tanto como ver el amanecer con el canto de 537 pájaros (porque vivo en el Estado, en el D. F. te tocan menos pájaros por parque).
Finalmente me dan una lección las personas que van a correr con circunstancias menos favorecedoras que yo, por ejemplo personas de la tercera edad que trotan unas dos o tres vueltas, personas que van rumbo a su chamba pero se detienen a darles dos vueltas corriendo a la cancha, y mujeres que vienen de regreso de la leche (con todo y bote), en chancla y con falda, y aun así se hacen el chance de dar su vueltecilla corriendo a la cancha.
No hay pretextos
La verdad es que nunca he sido delgadita, pero agarro el pretexto del embarazo, así que mi meta será… será… lograr bajar un poquito de peso, las ventajas son muchas, ahora sólo me falta la dieta.
Igualmente seré realista, sólo voy a recortar las cenas, en el día esta rudo darme el tiempo de cocer 120 grms. de pechuga magra de pavo, asar a la plancha una combinación de vegetales altos en fibra y lograr consumir sólo 1200 kilocalorías entre tres comidas y dos colaciones… a cenar papaya o zanahorias, porque para aguantar a mi bodoque de 10 kilos necesito desayunar chilaquiles con huevo y café o me desmayo.
Colaboración de Margarita Meza Ghenno
También te puede interesar:
Publicar comentario