Si tú cómo yo tienes un niño – chango que se trepa en todo lo que puede, y no hayas en donde encimar las cosas para que nos las toque, esta puede ser una opción sencilla, económica, ecológica y chic de ganarle un espacio a la alacena:
- Consigue dos cajas de plástico, de esas que se usan para la venta al mayoreo de cajas de leche, o puede ser una grande de las que se usan para la verdura. De preferencia usa las de plástico para que aguanten más peso que las de madera y porque el plástico es más difícil de degradarse, así que la opción ecológica para ello es reciclar.
- Lávalas bien y colócalas en un área ventilada para pintarlas con pintura en aerosol. Pon cartones o plásticos para evitar que salpique la pintura.
- Píntalas con un color muy chic que juegue con la decoración que ya tienes, yo opté por pintura metálica tono cobre para combinar con la alacena de madera clara que ya tengo.
Ya quedó. Le pinté las manijas a la alacena para que haga juego con las cajas. Ahora ya se ve menos desordenado y hasta arriba puedo poner cosas que la niña no debe tocar, aunque se suba al mueble de junto, incluso pude poner a un lado un florero de vidrio con una planta y ya no hay peligro de que me la tire. Aproveche para escombrar la alacena, checar caducidad de productos y limpieza a fondo, y sólo me llevó un día.
Costo del proyecto:
Cajas de plástico $25.00 c/u, se consiguen en los mercados de pulgas
Bote de pintura metálica en aerosol: $60.00, seca en 15 minutos
Total: $110.00 y un día de trabajo