Las bacterias buenas contribuyen a una mejor salud en los niños
¿Por qué estar en contacto con bacterias?
Si bien es cierto que la higiene en los niños es un tema que genera una gran preocupación, sobre todo en los papás primerizos, es importante tener presente que las condiciones de higiene excesiva no siempre serán las más benéficas para el correcto desarrollo en los niños. Muchas veces hemos escuchado a alguien decir, déjalo que juegue en la tierra o que juegue con perros, está “creando anticuerpos”, y mientras para muchos esto es algo impensable, vemos algunos padres más relajados que permiten que sus hijos tengan contacto con diferentes tipos de bacterias, lo que generalmente da como resultado hijos más sanos.
La importancia de la microbiota intestinal
Todo esto tiene una razón de ser, y no se trata simplemente de una creencia transmitida de generación en generación. Lo primero que hay que tener claro es qué es la microbiota intestinal, antes conocida como flora intestinal, se encuentra en el intestino y está conformada por miles de millones de bacterias que generan un ecosistema completo íntimamente relacionado con nuestra salud y por ello se dice que es un súper órgano, como los pulmones, el corazón o los riñones.
Ahora bien, mientras que un bebé permanece en el vientre de su mamá, se mantiene estéril , lo cual quiere decir que ninguna bacteria vive en su tubo digestivo. Al momento de nacer, o para ser más claros, al romper la membrana fetal, las bacterias entran a su tubo digestivo, instalando así su primera microbiota.
El sistema inmune
Durante mucho tiempo se ha creído que la mayoría de las células del sistema inmune se encuentran en la sangre y en los huesos. Sin embargo, eso no es verdad, ya que las tres cuartas partes del esas células se encuentran en nuestro sistema digestivo. Es por ello, que desde nuestro nacimiento, estos dos sistemas, el inmune y el digestivo, establecen una colaboración sin que nos demos cuenta de ello y durante los primeros años de vida, nuestra microbiota favorece el correcto desarrollo del sistema inmune.
Diversos estudios científicos han demostrado que el medio ambiente al que están expuestos los niños, es un factor clave en el desarrollo de alergias y ciertas enfermedades. Por ejemplo, los niños que han estado expuestos a condiciones de higiene menos estrictas (sin que esto represente un riesgo para su salud), padecen menos alergias atópicas que aquellos que están más protegidos de agentes externos. También se ha demostrado que las condiciones de higiene excesiva podrían privar a los niños de una estimulación inmune positiva para su microbiota.
¿Es bueno estar en contacto con gérmenes?
Por esta razón es importante permitirles tener un contacto sano con ciertos gérmenes, como las bacterias, y no hacer uso excesivo de productos como el gel antibacterial, o los antibióticos. Otra manera de generar una microbiota saludable es tener una alimentación equilibrada, inclusive hay alimentos como el yoghurt que cuentan con baterías buenas, como los lactobacilos, los cuales contribuyen de manera directa a un buen equilibrio de la microbiota, un mejor bienestar digestivo y, como consecuencia un mejor estado de salud, lo que se traduce en niños más sanos
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