¿Cómo se siente una mamá cuando nace su bebé?
¿Cómo cambia la vida cuando te conviertes en mamá?
Cuando nos convertimos en mamás sabemos que es algo para toda la vida y que será un trabajo que ocupará todo nuestro tiempo; sabemos que los cuidados del bebé y los hijos es algo que recae casi en su totalidad en nosotros, además de otros deberes como el trabajo, los quehaceres del hogar, la comida, etc. Por lo qué puede ser muy abrumador.
La llegada de un bebé a nuestras vidas es un acontecimiento muy importante que nos causa una profunda felicidad pero con toda la responsabilidad que esto implica también sentimos mucho estrés. Todos los cambios emocionales y físicos que tiene nuestro cuerpo además de la presión que sentimos por querer cumplir con todo, muchas veces nos llegamos a sentir como una bomba de tiempo a punto de explotar, en ocasiones lo hacemos y nos descargamos con nuestra pareja, familia o amigos, pero la mayoría de las veces todo lo que sentimos lo guardamos para nosotras mismas.
Las mujeres no tenemos superpoderes
Debemos ser conscientes de que las mamás NO tenemos super poderes, no es fácil ni podemos cumplir siempre con todas las responsabilidades y cargas de trabajo diario además de encargarnos de nuestro bebé y ser la mejor mamá. Si nos presionamos a hacer más de lo que podemos puede repercutir en nuestra salud física, además de los cambios que acaba de sufrir nuestro cuerpo podemos presentar tensión muscular, cambios en la presión arterial, problemas digestivos, enfermedades digestivas entre otros problemas de salud.
De por sí los cambios hormonales ya nos juegan en contra, somos un sube y baja de emociones y le sumamos que la presión por cumplir con todo y la culpa que nos causa no lograrlo puede ser causa de tristeza, desilusión, apatía incluso puede llegar a episodios de ansiedad y depresión.
¿Cómo puedo sentirme mejor después de ser mamá?
Aprende a soltar, así como llenas tu mente de preocupaciones, también debes aprender a liberarte de todo lo que te causa estrés, concéntrate en todo lo que si estás logrando, el dar vida es la cosa más increíble que podemos hacer las mujeres.
Vive “un día a la vez” acepta lo que lograste hacer cada día, “elige tus batallas” y organiza realizar esas tareas en horarios que no sean tan pesados (tú sabes cuáles son) y no te agobies por lo que no hiciste. Aprende a relegar y pide ayuda, ya sea a tu pareja, familia y amigos, acepta que no puedes hacerte cargo de todo tú sola. Procura darte un tiempo para ti cada día, no importa que sean solo quince minutos para darte un baño de agua caliente, pero que sea solo tiempo para dedicarte a ti. No hay mamá que viva sin preocupación, pero reconoce cada situación. Hay una diferencia abismal entre ocuparse y pre-ocuparse.
Procura comer bien, tomar suficiente agua y hacer un poco de ejercicio. Si es posible hacerlo, sal a caminar aunque sea diez minutos, te ayudará a despejar la mente. Desahógate y habla con gente cercana a ti sobre como te sientes, si no es posible hacerlo escríbelo, también será una buena válvula de escape. Y no olvides tus pasatiempos, escucha música, lee un poco o lo que sea que te guste más hacer.
Ser mamá es algo maravilloso, pero también es cambio de 360 grados sobre la vida que tenías antes y es difícil acostumbrarse al principio. Con el paso de los meses te sentirás mucho mejor y estarás más organizada y menos confundida. Se paciente contigo misma y disfruta al máximo de tu bebé
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